¿Estás logrando tus metas?



Año a año cada 31 de diciembre, tenemos como costumbre pedir deseo y resoluciones de lo que queremos lograr en el venidero año. Sin embargo, ¿hacemos realmente lo que tenemos que hacer para lograr estas metas?


Analicemos nuestro año que recién acabo y pensemos, ¿logre lo que me plantee? De ser positiva la respuesta significa que debemos plantearnos metas más altas, no que lograrlo sea el fin de nuestro avance.


 En caso de ser negativa la respuesta, debemos empezar a analizar cada pequeño detalle de nuestro día a día, cada minuto que vivimos y que no usamos para lograr lo que nos propusimos. ¿Fue nuestra culpa no lograrlo? ¿Fue un factor interno o externo? ¿Estaba en nuestras manos el controlar esto? Cada una de estas preguntas debemos hacerlas antes de poder realizar una evaluación conveniente sobre nuestros logros.


Suponiendo que haya sido por causas externas y no haya estado en nuestras manos lograrlo, entonces es necesario replantear los objetivos, las estrategias. ¿Con que finalidad? Con la finalidad de hacerlo palpable, manejable por nosotros, que solo pueda depender de nosotros. De esta manera con el esfuerzo y dedicación indicados, podemos lograr las metas que nos planteamos año a año.


¿Las logramos todas? Subamos el peldaño, subamos la vara con la que medimos. Propongámonos ser mejores, facturar más, llegar a más personas, que nuestro voz sea escuchada más lejos, que podamos ayudar cada vez a más personas. Y muy pero muy importante, y quizás con esto podamos ser interpretados como “showceros”, si está en nuestras manos documentar todo lo que hacemos, hagámoslo, enseñémosle al mundo lo que tenemos para dar, se sorprenderán con los resultados.

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