Emprender en cualquier país requiere de una cantidad de
esfuerzo alta y de conectar con las personas indicadas para que nuestros
proyectos puedan crecer. Es un trabajo de día a día, de hormiguita y cada
detalle cuenta por más pequeño o insignificante que nos parezca.
El efecto mariposa habla de que el aleteo de una mariposa en
Japón puede causar un tornado en USA. Ese mismo principio aplica para el
emprendimiento, ¿qué pasaría si estando en un supermercado nos topamos con un
desconocido y lo tratamos despectivamente por no conocerlo y al día siguiente
nos enteramos que es una de las personas más influyentes en su campo? La
respuesta es simple, perdimos una oportunidad que ni siquiera habíamos creado,
quizás esta persona a pesar de no ser de nuestro enfoque o temática que tratamos
conoce otra persona que nos puede ayudar a abrir puertas.
O podemos poner otro supuesto, ¿qué pasa si la persona que
ignoramos o tratamos despectivamente va en fase de crecimiento y puede ser
nuestra mano amiga mañana? Volvimos a perder la oportunidad de aprovechar las
circunstancias.
A pesar de que muchas situaciones en nuestra vida puedan no
estar conectadas directamente con nuestro negocio, con nuestra idea, todo forma
parte del “Todo” valga la redundancia. Quizás a la persona que le dimos un pan
porque no tenía que comer mañana se vuelve grande y nos recuerda. Las variables
son lo que definen nuestra vida y manejar esas variables de la mejor manera es
lo que nos dará las mejores probabilidades de éxito.
Entonces, ¿ya estamos
siendo mejores personas y dejando al efecto mariposa pasar?
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