El trabajo es todo aquello que nos hace sentirnos
productivos, valiosos y hasta a algunos, nos hace felices. En esta ocasión, se
me vino este tema a la mente debido a una polémica que surgió en Twitter acerca
de lo que debería y no debería ser considerado como trabajo.
Para entrar más en contexto, relataré un poco como surgió
eso. Un Youtuber no recuerdo el nombre escribía que no sabía cómo viajar por el
mundo y grabar videos no puede ser considerado un trabajo por algunos, el hilo
de repuestas era sumamente ofensivo hace este, hasta que alguien comentó que un
trabajo “de verdad” es el que hace un obrero todos los días de la semana para
sacar sueldo mínimo.
En ese contexto quisiera inclinar un poco la balanza hacia
el Youtuber. Vivimos en una época de cambios, de redes sociales, de streaming
online, estamos en el apogeo del mundo 2.0, esto ha creado un sinnúmero de
profesiones que antes no existían y que deben ser valoradas de igual manera.
Sin embargo, esto no es el problema principal, porque antes de esta era de
tecnología, también existía ese concepto de que “trabajar” es pasar 8 horas en
una oficina de lunes a viernes y cualquier cosa que no fuera eso no podía
entrar en la categoría de trabajo.
Aquí es donde quiero profundizar, ¿cómo es posible que un
emprendedor consolidado que ya disfruta de la libertad de tiempo que su tipo de
trabajo le otorga, no pueda ser considerado como trabajador? ¿Saben cuántas
horas detrás y sin paga de un emprendimiento existen? ¿Saben cuántas noches sin
dormir? Vayamos de nuevo a la época reciente, ¿sabes que cantidad de trabajo
existe detrás de un canal de YouTube? ¿Cuantas madrugadas editando? ¿Saben que
trabajo está detrás de asesorar una marca? ¿Saben que trabajo está detrás de
realizar un blog o una página web?
Siempre vemos este tipo de personas con mucho “tiempo libre”
cuando la realidad es que el café en el que están reunidos desayunando es para
definir pautas de trabajo, solo que es otro modo de trabajar, a estar detrás de
un escritorio por 8 horas al día.
Creo que no se debe menospreciar ningún tipo de trabajo,
pero lamentablemente, el menosprecio viene en mayor parte de las personas que
tienen trabajos “habituales” y ahí es donde la mentalidad tiene que cambiar. Y
tú ¿de qué lado estás?
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